¿Qué es la poliarteritis nudosa?

poliarteritis nodosa Es una enfermedad grave de los vasos sanguíneos relacionada con el sistema autoinmune. Las arterias pequeñas y medianas se hinchan y dañan. Las arterias son los vasos sanguíneos que transportan sangre rica en oxígeno a los órganos y tejidos. Se desconoce la causa de la poliarteritis nudosa. La afección ocurre cuando ciertas células inmunes atacan las arterias afectadas. Más adultos que niños contraen esta enfermedad. Los tejidos que se alimentan de las arterias afectadas no obtienen el oxígeno y los nutrientes que necesitan. Como resultado, se producen daños. Las personas con hepatitis B o hepatitis C activa pueden desarrollar esta enfermedad. Los síntomas son causados ​​por daño a los órganos afectados. A menudo se ven afectados la piel, las articulaciones, los músculos, el tracto gastrointestinal, el corazón, los riñones y el sistema nervioso. Los síntomas incluyen: dolor abdominal, disminución del apetito, fatiga, fiebre, dolores en las articulaciones, dolores musculares, pérdida de peso involuntaria y debilidad. Si los nervios se ven afectados, es posible que tenga entumecimiento, dolor, ardor y debilidad. El daño al sistema nervioso puede causar accidentes cerebrovasculares o convulsiones. Los tratamientos actuales con esteroides y otros medicamentos que inhiben el sistema inmunológico pueden mejorar los síntomas y las posibilidades de supervivencia a largo plazo. Las complicaciones más graves suelen afectar a los riñones y al tracto gastrointestinal.

La poliarteritis nodosa (PAN) es una enfermedad de los vasos sanguíneos caracterizada por la inflamación de las arterias pequeñas y medianas (vasculitis), lo que les impide llevar oxígeno y alimentos a los órganos.[1][2] La mayoría de los casos ocurren en la cuarta o quinta década de la vida, aunque puede ocurrir a cualquier edad.[4] La PAN afecta con mayor frecuencia los vasos relacionados con la piel, las articulaciones, los nervios periféricos, el tracto gastrointestinal, el corazón, los ojos y los riñones.[5][3] Los síntomas son causados ​​por daño a los órganos afectados y pueden incluir fiebre, fatiga, debilidad, pérdida de apetito, pérdida de peso, dolores musculares y articulares, erupciones cutáneas, entumecimiento y dolor abdominal. Se desconoce la causa subyacente de la PAN. El tratamiento incluye medicamentos para suprimir la inflamación y el sistema inmunológico, incluidos los esteroides.[3]

No existe cura para la poliarteritis nudosa (PAN), pero la enfermedad y sus síntomas se pueden controlar. El objetivo del tratamiento es prevenir la progresión de la enfermedad y un mayor daño a los órganos.[6] El tratamiento exacto depende de la gravedad de cada persona.[7] Si bien a muchas personas les va bien con el tratamiento, pueden ocurrir recaídas.[6]

Cuando se desconoce la causa de la PAN (idiopática), el tratamiento incluye corticosteroides y medicamentos inmunosupresores.[6] Si no hay síntomas neurológicos, renales, gastrointestinales o cardíacos graves, inicialmente los corticosteroides pueden ser suficientes. Para enfermedades graves con estos síntomas, también se puede utilizar ciclofosfamida. La hipertensión debe tratarse enérgicamente.[7]

Cuando la PAN está relacionada con la hepatitis B, el tratamiento a menudo incluye esteroides, medicamentos antivirales y, a veces, intercambio de plasma (también llamado plasmaféresis).[6]

Esta información es proporcionada por el Centro de Información sobre Enfermedades Raras y Genéticas (GARD) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
https://rarediseases.info.nih.gov/diseases/7360/polyarteritis-nodosa

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